Las cunas para bebés se utilizan para proporcionar un lugar seguro y cómodo donde el bebé pueda dormir y descansar. Están diseñadas para mantener al bebé protegido mientras duerme, evitando que se caiga o se desplace fuera de su área de descanso. Además, las cunas suelen tener una estructura firme y barandillas que impiden que el bebé se mueva demasiado, reduciendo el riesgo de accidentes durante el sueño. También son útiles para ayudar a establecer rutinas de descanso y promover un buen sueño.
Hay distintos tamaños, según el tiempo de uso. La medida habitual, de 60 x 120 cm. Se utiliza desde el nacimiento hasta los 2 o 3 años, dependiendo del bebé. Las maxicunas, o cunas de 70 x 140, se usan hasta los 5-8 años, dependiendo del desarrollo evolutivo de la cuna
Hay cunas de muchos estilos... Desde las de barrotes fijos, las que tienen una barandilla móvil, las que se pueden hacer colecho, las que se balancean solas, las que tienen luces...
Los materiales son algo de lo más importante a la hora de elegir una cuna. Qué sean pinturas al agua, sin ningún tipo de tóxicos que puedan estar en contacto con los bebés, con una distancia entre barrotes segura, y sin ningún tipo de terminación que pueda dañar al bebé. Eso es algo básico si eliges una cuna que cumpla la normativa actual. Si tienes pensado tener varios hijos en un periodo de 2 o 3 años, yo descartaría la opción de la maxicunas, ya que vas a necesitarla en un periodo inferior a su tiempo de uso habitual, por lo que vas a necesitar una cama antes de lo previsto.
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